José Luis Trejo es investigador del Instituto Cajal y experto en los efectos del ejercicio físico en el cerebro. Miguel del Valle Soto, catedrático de Medicina y presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte, aporta su conocimiento sobre medicina del deporte. Ambos discuten cómo la actividad física reduce el riesgo de enfermedades como la diabetes y mejora la salud mental, abordando temas como la neurogénesis y la adaptación del ejercicio a la edad. Destacan la importancia de activar el cuerpo para combatir el sedentarismo y sus riesgos.
El ejercicio físico no solo previene enfermedades cardiovasculares, sino que también mejora la salud mental y puede reducir la depresión y la ansiedad.
Combatir el sedentarismo es crucial para mantener un buen funcionamiento cognitivo y prevenir el deterioro mental y la pérdida de memoria.
La actividad física activa procesos epigenéticos que pueden influir en la expresión genética, promoviendo así una salud óptima y un envejecimiento saludable.
Deep dives
Beneficios del ejercicio en la salud mental
El ejercicio físico no solo mejora la salud física, sino que también tiene un impacto significativo en la salud mental. Se ha demostrado que las personas activas tienden a tener menores niveles de enfermedades psicológicas como la depresión y la ansiedad. Además, el ejercicio puede ser un complemento efectivo a la medicación para quienes padecen estas patologías, al ayudar a regular el estado de ánimo. La actividad física puede incluir una variedad de ejercicios, desde actividades aeróbicas hasta prácticas como el yoga y el tai chi, personalizándose según las necesidades del individuo.
El impacto del sedentarismo en el cerebro
El sedentarismo representa un serio riesgo para la salud, incluyendo el deterioro del sistema nervioso. Este estilo de vida sedentario puede resultar en la pérdida de masa muscular, disminución del rendimiento físico y una mayor dependencia en la vida diaria. Además, el sedentarismo contribuye a un envejecimiento prematuro y afecta negativamente a las funciones cognitivas del cerebro, lo que puede resultar en una menor agilidad mental y pérdida de memoria. Combatir el sedentarismo es esencial para mantener tanto la salud física como la mental, y esto incluye realizar pequeñas actividades diarias que integren movimiento.
Efectos del ejercicio sobre la neurogénesis
Se ha evidenciado que el ejercicio regular estimula la neurogénesis, el proceso de creación de nuevas neuronas en el hipocampo, responsable de la memoria y el aprendizaje. Este fenómeno es crucial para prevenir el deterioro cognitivo y enfermedades como el Alzheimer. La investigación ha mostrado que incluso en adultos mayores, la práctica de ejercicio puede mejorar la producción de neuronas, lo que ayuda a mantener la función cognitiva a lo largo del tiempo. Por lo tanto, cualquier forma de actividad física puede potencialmente contribuir a un cerebro más saludable.
El papel de la epigenética en el ejercicio
La epigenética juega un papel fundamental en cómo los hábitos de vida pueden activar o suprimir la expresión genética. Esto implica que la actividad física puede influir en la manera en que el cuerpo expresa ciertos genes relacionados con la salud y el envejecimiento. A través de un estilo de vida activo y saludable, las personas pueden potencialmente frenar o retrasar la aparición de diversas patologías. Este enfoque en la epigenética resalta la importancia de mantenerse físicamente activo, ya que los beneficios pueden incluso ser transmitidos a las generaciones futuras.
Ejercicio como medicina preventiva
El ejercicio físico debe ser considerado como una forma de medicina preventiva, esencial para la salud a largo plazo. Las recomendaciones de la OMS sugieren un mínimo de actividad física semanal, lo que puede traducirse en una reducción significativa del riesgo de enfermedades crónicas. Además, realizar ejercicios adecuados puede aumentar la esperanza de vida en comparación con estilos de vida sedentarios. Adoptar una rutina de ejercicio regular no solo mejora la salud física, sino que también contribuye a una mejor calidad de vida y bienestar emocional.
Las enfermedades asociadas al sedentarismo son hoy una importante causa de muerte en el mundo. Datos médicos y científicos demuestran que la actividad física produce efectos beneficiosos en la salud tales como la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Estos beneficios también se manifiestan en el buen funcionamiento del cerebro. Una buena actividad física representa un factor de prevención contra la pérdida de memoria en el envejecimiento y las enfermedades neurodegenerativas y contribuye al bienestar psicológico. ¿Qué efecto tiene el ejercicio físico sobre enfermedades como la diabetes?, ¿tiene efectos beneficiosos sobre el estrés, la depresión o la ansiedad?; ¿es posible establecer un patrón de ejercicio físico acorde a la edad?, ¿qué consecuencias tiene la práctica deportiva asociada a la ingesta de productos publicitados como “energizantes”? El investigador científico y director del Grupo de Neurogénesis del Individuo Adulto del CSIC José Luis Trejo y Miguel del Valle Soto, catedrático de Medicina y presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte, plantean respuestas a estas y otras preguntas y analizan los riesgos del sedentarismo y la relación entre ejercicio físico y salud, con especial atención al buen funcionamiento del cerebro.