La batalla entre científicos por el fármaco del alzhéimer: ¿cura prometedora o riesgo inaceptable?
Oct 9, 2024
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Nuño Domínguez, redactor de Ciencia en EL PAÍS y experto en Alzheimer, analiza la controversia en torno al nuevo fármaco lecanemab. Discute su potencial para tratar el Alzheimer, aunque solo sea efectivo para un 5% de los pacientes. La oposición a la negativa de la Agencia Europea del Medicamento se basa en la autonomía del paciente. También se examinan los intereses comerciales que influyen en la aprobación de tratamientos y las implicaciones económicas para el sistema de salud en Europa. ¡Escucha para conocer todos los detalles!
El lecanemab, aunque promete retrasar la progresión del Alzheimer, enfrenta controversias sobre su eficacia y efectos secundarios graves.
La aprobación del lecanemab en países como EE. UU. contrasta con su rechazo en Europa, poniendo de relieve las tensiones entre seguridad e innovación médica.
Deep dives
Impacto del nuevo fármaco en el Alzheimer
Un nuevo medicamento, Lecanemab, ha surgido como un tratamiento prometedor para el Alzheimer, el cual puede retrasar la progresión de la enfermedad en aproximadamente un 27%. Esto equivaldría a ganar de cinco a seis meses en la aparición de la demencia comparado con quienes toman un placebo. Sin embargo, los críticos argumentan que la mejora observada en los ensayos clínicos puede no ser significativa desde una perspectiva cognitiva, lo que plantea dudas sobre su verdadera eficacia. Aún así, algunos pacientes en ensayos clínicos durante años sugieren que los beneficios del fármaco podrían acumularse con el tiempo, lo que genera expectativas acerca de su uso a largo plazo.
Controversias sobre la aprobación del medicamento
La Agencia Europea del Medicamento no aprobó el uso de Lecanemab, citando riesgos como la inflamación cerebral y casos de muerte en algunos pacientes. En contraste, este fármaco ha sido autorizado en países como Estados Unidos y Japón, lo que refleja una discrepancia significativa en los criterios de aprobación entre diferentes agencias regulatorias. Los investigadores han expresado su frustración, señalando que han quedado excluidos del debate sobre la aprobación y argumentan que los pacientes deberían tener la autonomía de decidir si asumen los riesgos. La conversación sobre el medicamento pone de relieve las tensiones entre la seguridad del paciente y el potencial de innovación médica.
El impacto económico y social del fármaco
Lecanemab tiene un costo significativo de aproximadamente 24,000 euros al año por paciente y representa un reto financiero para los sistemas de salud. Aunque se estima que solo el 5% de los enfermos de Alzheimer podría beneficiarse del fármaco, esto aún se traduce en un número considerable de personas, lo que eleva las preocupaciones sobre la carga económica en Europa. Los médicos han señalado que la introducción de este fármaco podría revolucionar el tratamiento del Alzheimer, pero también advierten que podría desestabilizar los sistemas de atención médica existentes. A medida que se reevaluán las decisiones de aprobación en Europa, existe un intenso debate sobre cómo equilibrar los costos, la seguridad y el acceso a tratamientos innovadores.
En un movimiento poco frecuente, un grupo de investigadores pidió en una carta, remitida a EL PAÍS, que la Agencia Europea del Medicamento autorice el uso del primer fármaco que ha mostrado algún efecto contra el alzhéimer en varias décadas, el lecanemab. Lo han hecho en EEUU y en Reino Unido, pero el organismo europeo lo rechaza por sus posibles y graves efectos secundarios, y porque solo sería eficaz para un 5% de pacientes. Los que se oponen a esta decisión hablan de autonomía del paciente y de que Europa no se quede rezagada en el avance contra la enfermedad, aunque también tienen intereses en las farmacéuticas que lo comercializan.