Alba Leiva, analista de globalización, David Gómez, experto en comercio internacional, y Fernando Arancón, comentarista de política global, debaten sobre la crisis de la globalización. Analizan cómo conflictos como la guerra en Ucrania y el proteccionismo están transformando este fenómeno, a pesar de la percepción de que está en crisis. También abordan el impacto del cambio climático en el comercio, y la competencia entre potencias como China y Estados Unidos, sugiriendo que la globalización sigue mutando para adaptarse a nuevos desafíos.
La pandemia y las tensiones geopolíticas han evidenciado la fragilidad de la globalización, impulsando su reconfiguración hacia realidades regionales.
El aumento del proteccionismo y la búsqueda de autosuficiencia reflejan una transformación en las interconexiones económicas y políticas globales.
Las crisis actuales ilustran la dualidad de la globalización, donde las alianzas son cruciales, pero también pueden generar conflictos comerciales.
Deep dives
La crisis de la globalización actual
El mundo experimenta cambios significativos que están afectando la globalización tal y como se conocía en el siglo XX. Factores como las crisis de suministros, el proteccionismo y las crecientes tensiones internacionales, incluyendo la guerra comercial entre Estados Unidos y China, han generado un replanteamiento de las interconexiones económicas y políticas. Estas nuevas dinámicas han llevado a una desconfianza creciente entre naciones y a la percepción de que la globalización está retrocediendo, lo que podría indicar un posible movimiento hacia la desglobalización. Sin embargo, en lugar de un fin absoluto, se observa que la globalización está en un proceso de transformación y adaptación.
Interconexiones y regionalización
Este episodio enfatiza que la globalización no ha terminado, sino que se ha adaptado a nuevas realidades. Se menciona que mientras algunas conexiones se debilitan, otras están surgiendo, mostrando un mundo más regionalizado en el cual las interacciones económicas y sociales se concentran en áreas geográficas específicas. En este contexto, los países han comenzado a priorizar la seguridad nacional y la cooperación regional frente a mecanismos de gobernanza más amplios y globales. Esto sugiere que la naturaleza de la globalización está cambiando, manteniendo su relevancia en un contexto más local.
Impacto de crisis sanitarias y comerciales
La pandemia de COVID-19 ha resaltado la fragilidad de la interconexión global y su capacidad para propagar crisis rápidamente. Se argumenta que esta crisis sanitaria no solo ha evidenciado las vulnerabilidades del comercio internacional, sino que también ha generado un replanteamiento del mismo, considerando la importancia de mantener líneas de suministro para respuestas efectivas. Ejemplos como el atasco del canal de Suez en 2021 ilustran cómo un evento inesperado puede bloquear el comercio global, haciendo hincapié en la debilidad de las cadenas de suministro dependientes de un modelo justo a tiempo. Estas crisis resaltan la necesidad de evaluar y quizás replantear los sistemas de producción y distribución actuales.
Conflictos y su influencia en la globalización
Los conflictos internacionales contemporáneos, como la invasión de Ucrania por parte de Rusia, afectan gravemente las dinámicas de globalización al interrumpir relaciones comerciales clave y aumentar la inseguridad energética. A medida que los mercados buscan alternativas para satisfacer sus necesidades, se evidencia un aumento en la competencia por recursos estratégicos, lo que puede intensificar tensiones geopolíticas. La relación entre dependencias extremas y conflictos muestra cómo una economía global interconectada puede ser tanto beneficiosa como riesgosa, provocando que los estados busquen una mayor autosuficiencia. Esta situación ilustra que la globalización puede ser una espada de doble filo, donde las alianzas son esenciales pero también pueden desencadenar guerras comerciales.
Futuro de la globalización y la seguridad
El futuro de la globalización podría depender de cómo los estados respondan a la creciente sensación de inseguridad y la necesidad de proteger sus economías. Se observa un giro hacia el proteccionismo y la relocalización de industrias clave como una reacción a la vulnerabilidad global. Además, se enfatiza la importancia de que los países fortalezcan sus capacidades de defensa como respuesta a estos nuevos desafíos. Esta combinación de acciones también podría contribuir a la fragmentación de la globalización mientras las naciones intentan equilibrar la cooperación internacional con necesidades de seguridad más perentorias.
🌎 La pandemia de covid-19, las guerras de Ucrania o Gaza, los bloqueos comerciales y tecnológicos, la amenaza del terrorismo internacional o el cambio climático.
Todas esas crisis simultáneas dan a entender que la globalización está llegando a su fin, pero nada más lejos. Aunque vivimos el auge del proteccionismo y la defensa, la globalización no ha terminado: solo está cambiando.
En este episodio de “No es el fin del mundo”, Alba Leiva, David Gómez y Fernando Arancón analizan la crisis de la globalización 🎙️
Este episodio incluye una mención publicitaria de Emirates.
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