Botepronto

Por su parte, desarticulada como suele, la oposición ha anunciado que cada partido presentará su propia iniciativa y que verán que puntos hay en común, es decir, van juntos, pero no revueltos. Lo que hace más ruido es la elección de consejeros, que harían proselitismo tal como los candidatos a puestos de representación popular, pero incluso ese punto podría tener salidas. Lo que no hay es la decisión de buscarlas.

Más allá de la problemática de seguridad hay un problema específico que apunta a la pereza institucional: cuando estalla un escándalo, falta una atención más directa de las autoridades para solucionar los casos, pero la crisis desatada por la muerte de Debahni Escobar refleja impotencia. Se necesita un compromiso mínimo de atención sostenida de parte de las autoridades.

Además del gobierno, el INE también marcó un éxito a su favor. Los cálculos alrededor de 2024 son pura especulación, pero en lo inmediato hay seis estados cuyos candidatos a la gubernatura tienen números muy útiles. En Quintana Roo, Tamaulipas, Hidalgo y Oaxaca, los candidatos de Morena tienen ya una base. En Durango, el sí a la revocación es un buen dato para la oposición. Ésta trató de colgarse la medalla de la abstención, lo cual es risible. PRI, PAN y PRD no supieron hacer ni un slogan ni supieron qué podían capitalizar. Se quedaron a la mitad del camino. 

De los gobernantes de Morena, Claudia Sheinbaum es quien tiene un reto más complicado, pues viene de haber perdido la ciudad en las elecciones intermedias y tiene que reivindicarse. En la consulta, rebasó el promedio nacional de votación. Las fuerzas armadas, el gabinete y los gobernadores no han respetado la ley y esto sentará un pésimo precedente para las elecciones futuras. 

Andrés Manuel prometió encontrar a los 43 normalistas de Ayotzinapa cuando asumió la presidencia de la República. No cumplirá esa promesa. Quizá tenga a su favor que hizo su mejor esfuerzo para encontrarlos, pero el almirante Ojeda, secretario de Marino, tendrá que dar muchas explicaciones, para lo que el presidente sí ha mostrado apertura. Al final, habrá una diferencia notable frente a la verdad histórica de Murillo Karam.

Para sus críticos, el Felipe Ángeles es ejemplo de la decadencia de la 4T. Para el presidente, es la culminación de la austeridad republicana hecha obra. El aeropuerto es también la prueba del aumento del poder de los militares durante el sexenio de AMLO. 

Gertz, además, quedó evidenciado: no solo que fabricó un delito, inventó un tipo penal. Quedó descubierta la sevicia y la ruindad del fiscal, con o sin votos.Fue detenido en Nuevo León el exgobernador Jaime Rodríguez, El Bronco. AMLO inauguró una sobreexposición de los juicios porque estos reposicionan a los políticos que se atreven a meter a otros a la cárcel. Samuel García ha manejado bien su imagen y la ha sabido consolidar, y le irá bien en este contexto en el que la persecución de la corrupción se ha vuelto central en la vida política cotidiana. A la justicia puede que no le vaya tan bien.

En toda marcha hay pequeños grupos capaces de generar violencia, pero, a diferencia de años anteriores, parece que el gobierno de la Ciudad de México ha aprendido a prevenirla. Sin embargo, el presidente de la República está lejos de comprender la problemática de las mujeres. Tiene un problema de concepción, porque sigue poniendo por encima de todo su transformación y no entiende el rol que juega el propio movimiento feminista en la transformación de todo el mundo. 

Lo que este hecho demuestra es que los criminales dominan el territorio. Las autoridades son incapaces de hacerles frente o contenerlo. Preocupa la falta de claridad que mostró el presidente con respecto de lo que había sucedido. Una administración tras otra intenta ocultar los hechos de violencia, pero ya es imposible  porque los grupos criminales se sirven de las redes sociales. 

Para que haya pleito se necesitan dos. La confrontación con la prensa le es muy útil al presidente para descartar cierto tipo de opiniones. Se tendrá que redefinir una nueva relación entre la prensa y el poder, que en México nunca ha sido sana. Lo mismo la industria mediática nacional, que está atrofiada. Si al presidente le interesa mejorar el panorama mediático nacional, existen los mecanismos formales para hacerlo, pero ha hecho justo lo contrario; ha condenado cualquier iniciativa que le resulta sospechosa.