Botepronto

Solo este año, la patria fue convocada a una revocación de mandato, después vino la reforma energética y se dio el mayor choque entre el presidente y la oposición, y ahora enfrentamos la conjura de Estados Unidos contra México. Urgen vacaciones.

Alejandro Moreno está buscando la puerta de salida del PRI y cómo puede transitar a un escenario que no le cueste la cárcel. Valora si tiene más oportunidad manteniéndose al frente del partido o fuera de él. Mientras tanto, la alianza PAN, PRI, PRD cargará con todo el desprestigio. Moreno está agarrándose de lo único que le queda, aunque ya no sea tan firme.

En términos políticos, AMLO mantiene una aprobación presentable pero la gente dice que su gobierno va mal. Bien o mal, sus obras marchan. El punto crítico es el de seguridad. Más allá del número de homicidios,pasamos de un discurso de seguridad pública a un discurso de violencia generalizada. En lo electoral, ahí va. Morena gobierna 22 estados y, aunque las corcholatas están en una meseta, sus contrincantes son perseguidos por la justicia. 

El momento tampoco está mejor: la presidencia de Biden es débil y la temporada prelectoral en Estados Unidos no ayuda. A esto se suma el oportunismo de AMLO que afirma que tocará el tema en su reunión del 12 de julio con el presidente norteamericano, pero sin asumir la responsabilidad.Después del asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas, el presidente reaccionó con dureza al posicionamiento de la iglesia. AMLO quiere competir por la misma feligresía que el episcopado. No dejará que le quiten feligreses en misa y por eso se apropia del Papa. No permitirá que nadie le compita en el ámbito de los mensajes y el discurso.  

Monreal tiene un dilema muy fuerte: el presidente no es un actor al cual puedas subestimar. El hará ruido entre tres corcholatas armónicas y coaligadas. Mientras que Adán Augusto ya se la creyó, Monreal está liquidado y no tiene muchas opciones fuera del movimiento. Mientras Morena construye una candidatura, la oposición no hace política a nivel de suelo. 

La oposición está obligada a revisar qué sí les da votos. Para el año próximo, el resultado del Estado de México dependerá en buena medida de los candidatos que se elijan, mientras que el triunfo en Durango hará pensar que en la Laguna el priismo sigue dominando. En el PRI, digan lo que digan los priistas marginados, Alejandro Morena conserva la estructura. El PAN tendrá que discutir si va a salvar el PRI. El PAN no quiere soltar la candidatura en el Edomex, pero el PRI solo puede sobrevivir si gana con su candidato. Qué paradoja que el partido que surgió para combatir al PRI ahora está en la posibilidad de sacrificarse para sobrevivir.El PRD ya desapareció; la apuesta de MC quizá es para el 2030. 

El presidente, mediante el discurso, ha tratado de normalizar la existencia de retenes y, sobre todo, el dominio de la delincuencia sobre extensas zonas del país. Puso una carretera como una señal de que por ahí puede transitar cualquiera, pero la verdad es que tal libertad no será efectiva mientras exista el delito de extorsión, uno de los más difíciles de combatir, al margen de que no se combate en su complejidad.

El presidente, en algún momento, va a querer que las corcholatas le ayuden a promover lo que se está haciendo en Palacio Nacional, de modo que el corcholatismo no se va a acabar; habrá una nueva etapa. Mientras tanto, los opositores siguen sin figurar siquiera como actores de reparto. Como sea, Morena está haciendo una campaña para posicionar a sus candidatos. La pasarela permite que se vayan curtiendo. Los opositores, ni eso.

En estas elecciones, por fortuna, todo ha corrido sobre cursos normales, sin grandes confrontaciones entre los candidatos, bastante lejos de la violencia que hemos visto en otros procesos. Lo increíble es que Alejandro Moreno, el presidente del PRI, ha perdido todos los procesos electorales, incluso su propio estado, que gobernó –Campeche--, y sin embargo se mantiene al frente del partido.

Si lo que buscaba Sheinbaum era lastimar a Marcelo Ebrard, ella salió igualmente dañada. Ahora hay una discusión política donde debió haber habido solamente una discusión técnica. Ella salió a comprar credibilidad, pero, sin los noruegos, se ha quedado sola. Una tragedia que se había logrado despolitizar, está de nuevo en las primeras planas, donde la puso la propia jefa de gobierno.