
El Camino Estoico Ep. 107 – Vivir antes de hablar: la modestia del filósofo
Epicteto enseña que la filosofía no se demuestra hablando,sino viviendo. En el Enquiridión (cap. 46) recuerda que quien de verdad practica la virtud no proclama ser filósofo: actúa como tal. La imagen de la oveja que no muestra el pasto, sino la lana y la leche, expresa esta idea: el aprendizaje genuino se ve en los frutos, no en el discurso. Musonio Rufo insistía en que el valor de una persona está en sus actos, no en sus palabras, y Marco Aurelio añadía: “No digas lo que es el hombre bueno, sé uno”. La modestia intelectual protege contra la vanidad y el autoengaño, recordándonos que la teoría sin práctica se vacía de sentido. El verdadero sabio transforma primero su vida y solo después, si es necesario, habla. Su coherencia —más que sus argumentos— es lo que educa.
