Sofía Pérez Mendoza, periodista de elDiario.es especializada en salud, discute el intrigante sistema MUFACE que beneficia a un millón y medio de funcionarios en España. Habla sobre la preferencia del 70% por la sanidad privada y las negociaciones en curso para el próximo concierto sanitario. Además, explora los dilemas de la sanidad pública y las dificultades para reformar el sistema. La creciente demanda de sanidad pública entre los jóvenes y la relación con los sindicatos también son temas destacados en esta fascinante conversación.
El sistema MUFACE proporciona seguros de salud privados a funcionarios públicos en España, generando debates sobre su sostenibilidad y necesidad.
A pesar de que el 70% de los funcionarios elige sanidad privada, los jóvenes muestran tendencia hacia la sanidad pública por experiencias positivas.
Deep dives
El sistema MUFACE y su origen
El sistema MUFACE, que proporciona seguros de salud privados a ciertos funcionarios públicos en España, se originó en los años 70 debido a la falta de un sistema de seguridad social unificado para este grupo. En ese tiempo, los funcionarios no tenían acceso a la atención médica que ofrecía la seguridad social, por lo que se creó MUFACE como una alternativa que les garantizara asistencia sanitaria de calidad. Este sistema ha permitido que alrededor de un millón y medio de funcionarios opten por recibir atención médica a través de aseguradoras privadas, financiadas por los contribuyentes. Sin embargo, esta situación ha generado un debate creciente, ya que muchos cuestionan la necesidad de mantener un trato preferente para este grupo cuando la sanidad pública presenta graves desafíos.
La creciente insatisfacción con la sanidad privada
A pesar de que un 70% de los funcionarios actualmente eligen la sanidad privada a través de MUFACE, se ha observado un cambio en las preferencias entre los funcionarios más jóvenes, quienes tienden a optar por el sistema de salud pública. Este cambio de tendencia es explicable, ya que muchos de estos jóvenes han tenido experiencias positivas con la sanidad pública y confían en su atención médica. En este contexto, la postura de los sindicatos ha sido a favor de mantener el sistema MUFACE, argumentando que representa una conquista histórica. Sin embargo, la insatisfacción con la sanidad pública está impulsando a algunos funcionarios a cuestionar su elección de atención médica, especialmente ante la falta de recursos y el aumento de la demanda en el sistema público.
Un debate político sobre el futuro del sistema
La inminente renovación del acuerdo entre el Estado y las aseguradoras para gestionar MUFACE ha desencadenado un debate sobre la continuidad de este sistema, considerado por muchos como insostenible. Las aseguradoras privadas demandan un incremento significativo en las primas debido al aumento de la edad media de los mutualistas y al costo de los tratamientos, lo que ha llevado a la administración pública a reconsiderar este modelo. La ministra de Sanidad ha abierto la discusión sobre si es hora de que los funcionarios opten por la sanidad pública de manera permanente, un cambio significativo respecto a la situación actual. Este debate resalta la necesidad de fortalecer el sistema de salud pública, no solo para satisfacer a los funcionarios, sino también para mejorar la atención médica en general para todos los ciudadanos.
El Estado español paga un seguro sanitario privado a un millón y medio de funcionarios, que tienen un trato especial que pagamos todos los contribuyentes. Ese trato especial supone diagnósticos más rápidos, menos lista de espera, ayuda para las gafas, para el dentista … para ellos y sus familias. Estos funcionarios pagan una cuota a MUFACE, la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado. No es un sistema obligatorio, los funcionarios pueden elegir entre la medicina pública o la privada, pero el 70% eligen está última opción.
Este año toca renovar el acuerdo entre el Estado y las aseguradoras para la gestión sanitaria de MUFACE, y en mitad de esa negociación surgen las preguntas: ¿Hay que renovar realmente este sistema? ¿No es deseable que los funcionarios públicos tengan sanidad pública? ¿Esto por qué pasa exactamente? Intentamos responder a todas estas cuestiones con los periodistas de elDiario.es Sofía Pérez Mendoza y David Noriega.
Corrección: En una primera versión de este texto y del pódcast, se afirmaba erróneamente que los funcionarios adscritos a MUFACE no cotizan a la Seguridad Social. No es cierto. Los funcionarios incorporados desde el año 2011 cotizan obligatoriamente en el Régimen General de la Seguridad Social para la generación de su pensión de jubilación y además pagan una cuota obligatoria a Muface para la cobertura sanitaria.
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