Tras el brutal golpe de Estado de 1936, la represión fue uno de los pilares fundamentales para que la dictadura franquista se mantuviera durante cuarenta años en el poder, y la Dirección General de Seguridad (DGS), situada en la Real Casa de Correos, en plena Puerta del Sol, el símbolo del terror impuesto. Por los calabozos de la DGS pasaron miles de hombres y mujeres que fueron encarcelados, torturados y asesinados
Hablamos con el historiador Pablo Alcántara, autor del libro La DGS, el palacio del terror franquista.
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