David Bueno, doctor en Biología y experto en neuroeducación, revela cómo el arte ha moldeado nuestra humanidad desde el paleolítico. Destaca la conexión entre música y emociones, mostrando su influencia en la salud mental. Discute la importancia de integrar las artes en la educación para fomentar cerebros más creativos. Bueno también examina el impacto del entorno urbano en la salud emocional y cómo la creatividad puede ser un motor de bienestar. Su perspectiva une ciencia y arte, promoviendo un aprendizaje más profundo y significativo.
Las artes han sido esenciales en nuestra evolución, creando vínculos emocionales que enriquecen nuestras experiencias de vida desde el Paleolítico.
La creatividad no solo nos distingue como Homo Artisticus, sino que también es crucial para el desarrollo de cerebros más sanos y creativos.
Fomentar un entorno positivo y actividades artísticas desde la infancia es fundamental para el desarrollo emocional y la autoestima a lo largo de la vida.
Deep dives
La importancia del arte en la evolución humana
Desde el Paleolítico, las artes han sido fundamentales en la evolución de la humanidad, creando un vínculo único entre nosotros y nuestra experiencia de vida. El concepto de Homo Artisticus se propone para destacar cómo nuestra especie se diferencia no solo por su capacidad de adquirir conocimiento, sino por su habilidad para crear y disfrutar del arte. Esta creatividad es esencial, ya que nos permite comunicarnos, entender el mundo y generar conexiones emocionales significativas. Además, las artes fomentan el desarrollo de cerebros más sanos y creativos, lo que reafirma la necesidad de integrarlas en la educación desde una edad temprana.
La interacción entre pasado y futuro en nuestro cerebro
Nuestra identidad se construye a partir de nuestro pasado, que influye en nuestras emociones y en cómo percibimos el presente. La capacidad de imaginar el futuro se basa en recordar experiencias pasadas de manera creativa, lo cual es exclusivo de los seres humanos. Esto significa que la calidad y la riqueza de nuestras experiencias pasadas son cruciales para un futuro lleno de posibilidades. Esa conexión nos permite no solo aprender de lo vivido, sino también proyectar sueños e ilusiones que guían nuestras acciones diarias.
El contexto social y su impacto en el desarrollo
El entorno en el que crecemos influye profundamente en nuestro comportamiento y desarrollo personal, especialmente en la infancia. Las interacciones con los adultos establecen patrones de comportamiento que los niños tienden a imitar, afectando su futuro. Los vínculos emocionales, como el reconocimiento y el apoyo durante los primeros pasos de un niño, generan neurotransmisores que fomentan su autoestima y habilidades. Por lo tanto, es fundamental proporcionar un ambiente positivo y estimulante para que los niños se desarrollen plenamente.
Plasticidad neuronal y mentalidad de crecimiento
Nuestra capacidad de aprender y adaptarnos nunca desaparece, gracias a la plasticidad neuronal que permanece a lo largo de la vida. Fomentar una mentalidad de crecimiento es crucial para enfrentar retos y adquirir nuevas habilidades, como tocar un instrumento musical o aprender a escribir. Esta mentalidad se relaciona con un mayor bienestar y satisfacción personal, ya que permite a las personas sentirse más competentes y motivadas. Es esencial entender que nunca es tarde para aprender, y que nuestras experiencias pueden ser enriquecidas en cualquier etapa de la vida.
El impacto positivo de las actividades artísticas
Dedicar tiempo a actividades artísticas no solo mejora el bienestar emocional, sino que también puede ayudar a reducir el estrés crónico. Las actividades creativas, como pintar, tocar música o simplemente participar en un juego, conducen a la liberación de neurotransmisores que generan sensaciones de recompensa y satisfacción. Además, estos momentos ayudan a conectarnos con otros y a generar un sentido de comunidad, lo que es vital para nuestra salud mental. Así, cultivar el arte en nuestras vidas se vuelve una herramienta esencial para el crecimiento personal y el disfrute del día a día.
¿Alguna vez has sentido cómo una obra de arte transformaba tu cerebro? Ese es el tema principal del programa de esta semana, donde aprenderás cómo las artes son el motor neurobiológico que ha esculpido nuestra humanidad de la mano de David Bueno.
David es doctor en Biología, fundador de la Cátedra de Neuroeducación UB-EDU1st y profesor en la Universidad de Barcelona.
Y hoy, su obra El arte de ser humanos, premio Josep Pla 2025, revela cómo, desde el paleolítico, las artes han sido una verdadera herramienta evolutiva.
Lo fascinante de David es que, siendo un científico meticuloso, recurre a la música, a la poesía, para explicar complejos fenómenos neuronales, rompiendo la falsa dicotomía entre ciencia y arte.
Su mensaje es revolucionario, para desarrollar cerebros más sanos y creativos, necesitamos devolver las artes al centro de nuestra educación.
Notas de programa
Las notas del programa están disponibles en https://kenso.es/episodio/353-david-bueno-humano