36. El conflicto entre Israel y Palestina: Parte 1, por El Orden Mundial
Oct 19, 2023
auto_awesome
El reciente ataque de Hamás pone de relieve las raíces históricas del conflicto entre Israel y Palestina, que se remontan al siglo XX. Se indaga en el sionismo y su evolución, así como en las diversas propuestas para establecer un hogar judío. Las tensiones entre comunidades, la Nakba y la creación del Estado de Israel generan un clima de conflicto constante. También se resalta el impacto de eventos como la Guerra de los Seis Días y el Yom Kippur, además de la respuesta internacional y la fragmentación del liderazgo árabe.
El sionismo, surgido del deseo de los judíos por un hogar seguro, fue un factor clave que intensificó el conflicto en Palestina.
La creación del Estado de Israel en 1948, tras el rechazo del plan de partición de la ONU, desencadenó la primera guerra árabe-israelí.
Las guerras árabe-israelíes posteriores, como la guerra de los Seis Días, redibujaron fronteras y fortalecieron la resistencia palestina.
Deep dives
Origen del sionismo y la búsqueda de una patria judía
El sionismo, nacido a finales del siglo XIX con Theodor Herzl, aboga por la creación de un estado para los judíos en la región histórica de Palestina, motivado por el auge del nacionalismo europeo y el aumento del antisemitismo. Esta ideología sostiene que los judíos necesitan un hogar seguro en su tierra prometida, a pesar de que no todos los judíos apoyan esta idea. A lo largo de los congresos sionistas, se discutieron múltiples alternativas para ubicar este estado, como Uganda o Argentina, sin embargo, la mayoría finalmente se decidieron por Palestina. Esto marca el principio de un conflicto que involucra no solo aspiraciones judías, sino también el deseo de identidad y tierra de la población árabe que reside en la misma región.
La diáspora judía y el deseo de retorno
La expulsión de los judíos por los romanos en el año 70 d.C. inicia una diáspora que ha marcado la historia del pueblo judío, fomentando un anhelo de retorno a su tierra prometida. Este deseo se convierte en un mito central del sionismo, donde la idea de regresar a Palestina se cristaliza tras siglos de exilio y persecución. La narrativa de ser un 'pueblo sin tierra' refuerza la necesidad de un estado judío para preservar su identidad y seguridad, un sentimiento que se intensifi-cará con el tiempo a medida que las tensiones con la población árabe aumenten. Así, el sionismo se va entrelazando con la historia de los judíos y sus aspiraciones nacionales.
El contexto político en Palestina a principios del siglo XX
A finales del siglo XIX, Palestina estaba bajo el control del Imperio Otomano y la población judía era una minoría frente a la mayoría árabe. Con la caída del imperio tras la Primera Guerra Mundial, Palestina pasa a ser un mandato británico, permitiendo un creciente número de inmigrantes judíos que exacerban las tensiones entre ambas comunidades. La llegada masiva de judíos a la región, impulsada por la Declaración Balfour que favorecía un hogar nacional judío en Palestina, provoca un descontento considerable en la sociedad árabe local. Así comienzan episodios de violencia, como el pogromo de Jerusalén, que sentarán las bases de un conflicto en curso.
La creación del Estado de Israel y la Nakba
El 14 de mayo de 1948, en medio de tensiones crecientes y después de rechazar el plan de partición de la ONU, se proclama el Estado de Israel, lo que desencadena la primera guerra árabe-israelí. Esto resultará en la Nakba, un evento traumático para los palestinos que conlleva la expulsión de alrededor de 800,000 personas de sus tierras. Mientras Israel establece su estado, los árabes se unen en un esfuerzo fallido por recuperar el territorio perdido, lo que marca el inicio de un conflicto que ha perdurado por décadas. La violencia y las disputas territoriales se convierten en componentes clave que definirán la relación entre ambas comunidades por generaciones.
Las guerras árabe-israelíes y la lucha palestina
Después de la creación del Estado de Israel, las guerras árabe-israelíes siguen marcando la historia de Oriente Próximo, aumentando las tensiones y el sentimiento de resistencia entre los palestinos. La guerra de los Seis Días en 1967 redefine fronteras, ya que Israel ocupa Cisjordania, Gaza y otros territorios, consolidando su control y provocando reacciones en los países árabes. A su vez, las dinámicas políticas internas se ven afectadas, ya que la OLP, liderada por Yasser Arafat, emerge como la representación del pueblo palestino, buscando un reconocimiento en el ámbito internacional. La fuerte militarización y el retorno de la resistencia armada son consecuencia directa de estas guerras, dando paso a un conflicto que aún persiste en la actualidad.
El reciente ataque de Hamás ha revivido el conflicto entre Israel y Palestina. Sin embargo, su origen viene de lejos.
A principios del siglo XX, el nacimiento del sionismo, la caída del Imperio otomano y la emigración masiva de judíos a Palestina hicieron que estallaran las tensiones entre los árabes y los judíos en la zona. Pero no fue hasta el plan de partición de la ONU y el nacimiento del Estado de Israel en 1948 cuando esas tensiones desembocaron en la primera guerra árabe-israelí.
Desde entonces, las contiendas bélicas entre ambos se han ido sucediendo, con Israel saliendo victoriosa en casi todas ellas.
¿Qué implicaciones tuvieron esas guerras en la evolución del conflicto? ¿Cómo se construyó la resistencia palestina? ¿Acaso eran todos los judíos sionistas y todos los árabes propalestinos?
Fernando Arancón, Blas Moreno y David Gómez responden a estas preguntas en la primera parte de este episodio especial de “No es el fin del mundo”, en el que analizan la historia del conflicto árabe-israelí desde sus inicios hasta la guerra del Yom Kipur en 1973.