Tenemos tantas expresiones que hablan sobre el amor y su indomable tenacidad. Porque el amor, en nuestras imaginaciones románticas usualmente es invencible, capaz de superar cualquier adversidad. Pero las expresiones creadas dentro de esta perspectiva tan optimista simplemente no caben en todas las situaciones. A veces en la vida, la sabiduría más valiosa, es aquella que nos proporciona una buena dosis de realidad. La expresión de hoy hace esto justamente, nos presenta una verdad objetiva, desafortunada quizás pero basada en las consecuencias de la vida real. Decimos que el amor con hambre no dura porque las relaciones exitosas no pueden vivir del amor nada más; hacen faltas otras cosas para que dos personas puedan convivir, aún cuando están locamente enamoradas. El dinero es una de esas cosas lamentablemente esenciales, porque sin él es muy difícil mantener un hogar cómodo y feliz. En esta expresión, el hambre representa la escasez, osea la ausencia de lo que necesitamos para estar contentos. Esta hambre causa conflictos en una pareja, y esas peleas corroen al amor como una enfermedad hasta que ya no queda nada de aquella cosa tan bonita que los unió en primer lugar. Es triste, pero cierto. Sin embargo no usamos esta expresión para deprimirnos, sino para asesorar a quienes creen ciegamente que el amor es invencible, recordándoles que un hogar seguro e ingresos estables ayudan a que una relación prospere. El amor con hambre no dura es una adaptación latinoamericana y relativamente moderna de un antiguo refrán de origen romano que dice: "cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana". En inglés tenemos un versión colorida de esta misma frase romana: When the wolf is at the door, love creeps out the window.
https://www.newsinslowspanish.com/latino/series/expressions/0/35/transcript/1


