

2877. Preparar entrevistas y charlas
Hoy os cuento cómo preparo las entrevistas y charlas que tengo con invitados tanto en mi podcast como en podcasts por encargo.
Pero antes, recordemos que en Boluda.com tenéis cursos para emprendedores, marketing online, desarrollo web, y todo lo que necesitáis para vuestro negocio online. Ayer empezamos el curso de GeneratePress, un potente tema para WordPress, rápido y ligero. ¡A por él!
En cuanto al enigma 66 de la búsqueda digital, es una carta que deberéis traducir, e inferir el autor de la misma, a partir del contexto... :)
Y a ahora sí, vamos al lío, un formato de podcast que considero muy interesante, especialmente para quienes estáis empezando: las entrevistas. Y es que, aunque una entrevista a veces pueda parecer un recurso fácil, en realidad puede ser una gran puerta de entrada al mundo del podcasting. De hecho, muchos lo eligen al principio porque les da respeto enfrentarse a un episodio en solitario, en formato monólogo.
Cuando uno empieza, llenar minutos sin quedarse en blanco puede imponer. Pero con una entrevista, una charla o una conversación con otra persona, todo fluye mucho mejor. Incluso si no tenéis experiencia o no sois expertos en la temática, podéis traer a personas que sí lo son. Así aprendéis, generáis contenido y os dais a conocer. Un tres en uno.
Muchas veces, quienes lanzan un podcast lo hacen porque quieren conectar con personas interesantes de un sector, de una industria, o incluso de un hobby. Y el podcast es la excusa perfecta para tener esas conversaciones. Yo mismo he conocido a personas fascinantes gracias a las entrevistas.
Mi proceso paso a paso
1. Investigación previa
Lo primero, siempre, es documentarme bien. ¿Quién es la persona? ¿Qué ha hecho? ¿Qué ha montado? Leo sobre su trayectoria y, a medida que investigo, voy anotando preguntas que me surgen de forma natural.
Por ejemplo, si veo que empezaron con una campaña de crowdfunding, me pregunto: ¿por qué decidisteis empezar por ahí? ¿Alguien del equipo tenía experiencia previa? ¿Lo propuso alguien externo? Apunto todo eso, pero no con la intención de leerlo como una lista fija durante la entrevista. Son simplemente ideas, por si necesito tirar de ellas en algún momento.
2. Agendar con margen
Cuando ya tengo claro que quiero hacer la entrevista, la agendo. Y siempre dejo más tiempo del necesario en mi calendario. Si va a ser una charla de media hora, me reservo una hora. Así, si hay algún retraso, no me estreso. Además, me gusta hablar un rato antes de grabar. Entre 5 y 15 minutos, según el caso. Es una forma de romper el hielo, conocernos un poco más y entrar en calor.
3. Uso Google Meet (y grabo por duplicado)
Utilizo Google Meet por comodidad y porque ya lo tengo incluido con la cuenta de Google. Mando la invitación con antelación, con enlace, y me aseguro de que el invitado la ha aceptado. Así no hay sorpresas.
Grabo el audio por dos vías. La principal: con Audio Hijack, que me permite capturar pistas separadas, y la de seguridad: la propia grabación de Google Meet. Nunca me ha fallado Audio Hijack, pero por si acaso, siempre está bien tener un plan B.
4. Solo audio (y por eso mejor)
Aunque conectamos por videollamada, siempre aviso antes de empezar que será solo audio. Curiosamente, cuando lo digo, muchos se relajan. Se quitan la chaqueta, se sientan más cómodos, dejan de pensar en cómo se ven. Y eso se nota muchísimo en el tono de la charla. Las entrevistas ganan en naturalidad.
5. La entrevista: estructura flexible
La mayoría de veces empiezo con una pregunta sencilla y directa: ¿Cómo se te ocurrió esta idea? A partir de ahí, dejo que fluya. Lo importante es practicar escucha activa.
No sigo una escaleta rígida. Tengo preguntas preparadas, sí, pero si lo que me cuenta el invitado me lleva por otro camino más interesante, lo sigo. A veces el invitado es muy breve y tengo que tirar más de mis apuntes. Otras, no se calla (como yo), y apenas hace falta intervenir.
Mi regla visual es sencilla: cuando edito y veo las ondas de audio, si mi pista ocupa más de un 20% o 30% (más o menos, esto tampoco es científico), probablemente he hablado demasiado. Si es una entrevista tradicional, intento que mi participación esté entre un 20 y un 30%. Si es más charla, entonces un 50%-50% puede tener sentido. Pero en general, la voz protagonista debe ser la del invitado.
6. El cierre y el "off the record"
Cuando terminamos la grabación, lo aviso: "hasta aquí, dejamos de grabar". Y muchas veces, es en ese ratito posterior donde surgen cosas muy interesantes. Comentarios más personales, nombres que no se mencionaron en el podcast, o incluso anécdotas que no eran para compartir públicamente.
Este tiempo post-entrevista no solo es de cortesía, también es de conexión personal. A veces nos quedamos hablando un rato más, simplemente porque nos apetece. Y eso también es parte del valor de hacer entrevistas.
Reflexiones finales
Hacer entrevistas no es más fácil que grabar en solitario, pero sí puede ser más accesible al principio. Especialmente si os cuesta arrancar con monólogos, o si queréis conocer a gente interesante y crear contenido útil al mismo tiempo.
Eso sí, no se trata solo de hacer preguntas por hacer. La clave está en tener interés genuino en lo que os cuenta el invitado. Si os interesa, escucharéis de verdad, y entonces las preguntas saldrán solas. Y la audiencia lo notará. Por cierto, tenéis un curso de entrevistas en boluda.com, donde repasamos muchas más técnicas y estrategias para sacar el máximo provecho a este formato. :)
Como siempre, muchas gracias a todos por vuestras valoraciones de cinco estrellas en iTunes y Spotify, suscribiros a los cursos para emprendedores y por estar ahí, al otro lado. Como siempre digo, sin vosotros, esto no sería lo que es. Sin vosotros esto simplemente, no sería.
Nos escuchamos mañana con más marketing online. Como siempre, a las 07:07. Hasta entonces… ¡Muy buenos lunes, y mejor semana!