Iñigo Sáenz de Ugarte, subdirector de elDiario.es y experto en política estadounidense, analiza cómo la izquierda mundial sigue atascada tras la victoria de Trump en 2016. A pesar de su derrota en 2020, la retórica de Trump resuena en líderes de Europa y América Latina. Se discuten las fallidas estrategias del Partido Demócrata y cómo estos no logran conectar con preocupaciones económicas. Además, se hace hincapié en el crecimiento del machismo y el antifeminismo, dos fenómenos que desafían el progreso social.
La izquierda mundial continúa atrapada en un ciclo de culpa y argumento tras la victoria de Trump, sin ofrecer soluciones efectivas a las preocupaciones de los votantes.
El machismo refuerza las narrativas de líderes como Trump, quienes capitalizan el resentimiento hacia el feminismo, desafiando al movimiento por la igualdad de género.
Deep dives
La influencia persistente de Donald Trump
Donald Trump sigue siendo una figura polarizadora en la política estadounidense, a pesar de haber perdido las elecciones en 2020. Su impacto ha sido profundo, atrayendo a un amplio segmento de votantes que se identifican con su retórica y estilo. Desde 2016, la izquierda ha permanecido atrapada en un ciclo de argumento que no logra romper, a menudo culpando factores externos como las noticias falsas por su fracaso. Este mismo patrón se repite en las elecciones de 2024, donde la falta de autocrítica entre los demócratas les impide abordar los problemas fundamentales que llevaron al crecimiento del apoyo a Trump.
El machismo y su resonancia en la política
El machismo ha encontrado un nuevo refugio en políticos como Trump, que utilizan su imagen de 'macho alfa' para atraer hombres que se sienten deslegitimados por los avances del feminismo. Esta estrategia les permite capitalizar el resentimiento hacia las luchas por la igualdad de género y los derechos LGBTQ+. En lugar de cuestionar su masculinidad y roles tradicionales, muchos hombres encuentran consuelo en la validación de sus miedos a través de estos líderes. Esto plantea un desafío para el feminismo, que necesita encontrar formas de reconectar y ofrecer soluciones a estas preocupaciones emocionales y materiales.
Desconexión económica en el discurso político
La desconexión entre las preocupaciones económicas de la clase trabajadora y el discurso del Partido Demócrata se ha vuelto más evidente. Muchos votantes están más concentrados en problemas inmediatos como el costo de la vida, en lugar de cuestiones abstractas sobre la democracia. Ante la inflación y la inestabilidad económica, los electores buscan soluciones concretas que los demócratas no han proporcionado eficazmente. Esta falta de conexión con las necesidades reales de las personas ha permitido a los candidatos republicanos explotar el resentimiento y capitalizar sobre el miedo y la frustración de la población.
Han pasado 8 años desde la traumática victoria electoral de Donald Trump contra la demócrata Hillary Clinton y la izquierda mundial sigue atrapada en ese mismo bucle. Trump perdió en 2020, pero no ha desaparecido de la política en todo este tiempo, y su versión más radical acaba de ganar las elecciones de nuevo. Su ejemplo además se ha contagiado a otros líderes en América Latina, en Europa, en España. Y los liberales, los progresistas, la izquierda en todo el mundo, siguen sin saber muy bien cómo reaccionar.
Hablamos con Iñigo Sáenz de Ugarte, subdirector de elDiario.es y analista internacional, sobre las estrategias fallidas del Partido Demócrata a la luz de los resultados electorales del pasado 5 de noviembre en Estados Unidos. Con Ana Requena Aguilar, redactora jefa de Género de elDiario.es, analizamos la corriente reaccionaria antifeminista y las maniobras que usan para convencer a los hombres que han apoyado a Trump.
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