Hoy deseo compartir contigo un cuento tradicional pero muy poderoso.
Es breve pero da mucho de sí.
Nos enseña que, a veces, cuesta mucho cambiar la naturaleza de las personas.
O simplemente no puede ser cambiada.
La traición de los instintos revela una lucha entre lo que deseamos ser y lo que somos realmente.
Por eso es bueno ser conscientes de las verdaderas características y motivaciones de los demás y también tener cautela a la hora de confiar ciegamente en aquellos cuya naturaleza podría poner en peligro nuestra seguridad o bienestar.
Además, no podemos confiar únicamente en las palabras de alguien, sino que debemos prestar atención a sus acciones y a su verdad.
