Un reciente informe de Human Rights Watch da cuenta de la cruda guerra que se vive en el departamento de Arauca y su vecino venezolano, el estado Apure. El poder territorial, político y económico, en manos del ELN desde hace 30 años, hoy es diputado con las disidencias de las FARC y la Nueva Marquetalia, y se intensifica con la participación de las Fuerzas Armadas Bolivarianas. En medio de las tensiones y el fuego, están los habitantes abandonados por los Estados de ambos países. Hoy explicamos #AFondo esta guerra que muchos, como el gobierno colombiano, han preferido ignorar.
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