Al fiscal se le ve muy cercano al presidente, sin embargo, la inoperancia de Gertz podría resultarle contraproduce si no soluciona el caso Lozoya. El costo político para el presidente o para su partido será marginal frente a la base electoral con la que AMLO piensa que puede ganar la elección, pero la impericia, el sesgo y la víscera de Gertz lo irá restringiendo y quitándole capacidad de acción. Si Lozoya no es encarcelado, el fiasco sí tendría impacto en la opinión pública y, en esa ecuación, al presidente podría convenirle que el fiscal renunciara.