Emérito Quintana, experto en astronomía y blockchain, desentraña si Bitcoin podría ser la moneda de los colonizadores en Marte y otros cuerpos celestes. Discute los retos de establecer una economía criptográfica interplanetaria, desde la minería en Marte hasta la viabilidad de la red Lightning en entornos espaciales. También plantea cómo la humanidad podría evolucionar en una civilización multiplanetaria y los dilemas que el entrelazamiento cuántico presenta para las transacciones. Una mirada fascinante a la intersección entre finanzas y exploración espacial.
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Quick takeaways
La exploración de colonias en otros planetas plantea preguntas sobre la utilidad de Bitcoin como moneda de reserva en entornos hostiles.
La escala de Kardashev destaca la necesidad de dominar la energía en la Tierra antes de colonizar otros cuerpos celestes.
Los largos tiempos de comunicación en el espacio podrían convertir a Bitcoin en un medio de intercambio poco práctico en sistemas estelares lejanos.
La creación de monedas locales en colonias espaciales podría ser necesaria para adaptarse a las circunstancias únicas de esos nuevos entornos.
Deep dives
La visión multiplanetaria y Bitcoin
La exploración de un futuro multiplanetario plantea preguntas sobre la relevancia de Bitcoin como moneda de reserva en nuevos cuerpos celestes. A medida que las colonias espaciales potenciales surgen en lugares como Marte y Titán, es esencial considerar si Bitcoin seguirá siendo útil para los colonos. Aunque Bitcoin es funcional en un planeta con características terrenales, sus propiedades podrían verse comprometidas en entornos donde las comunicaciones y la minería sean más difíciles. Esto invita a reflexionar sobre si otros sistemas económicos ofrecerían ventajas frente a Bitcoin en estos nuevos entornos.
La escala de Kardashev y la energía
La escala de Kardashev mide el avance de las civilizaciones en función de su capacidad para utilizar energía. Actualmente, la humanidad se encuentra en un nivel de civilización de tipo 0, con la posibilidad de alcanzar el tipo 1 en el futuro. Es necesario dominar la energía de nuestro planeta antes de considerar la colonización de otros, como Marte. La capacidad de acceder a la energía solar a través de estructuras como la esfera de Dyson podría ser fundamental para alcanzar una civilización de tipo 2, que dominaría la energía de su estrella.
Las limitaciones del viaje intergaláctico
A medida que los humanos piensan en colonizar sistemas estelares más lejanos, surgen dificultades significativas debido a las vastas distancias y los tiempos de comunicación. Con Próxima Centauri a cuatro años luz, las transacciones de Bitcoin llevarían ocho años en completarse, lo que diluye su utilidad. La noción de tiempo de reacción se convierte en un obstáculo considerable para seguir utilizando Bitcoin como medio de intercambio en sistemas tan distantes. Por lo tanto, es razonable cuestionar la posibilidad de que Bitcoin sea relevante en estos escenarios.
La importancia de la confianza y la moneda local
La confianza se vuelve crucial a medida que las colonias espaciales se alejan del sistema solar y se enfrentan a promesas de pago de empresas en la Tierra. A larga distancia, las promesas de solventes, como Dyson Corp, podrían ser cuestionadas debido a la incertidumbre y los retrasos en las comunicaciones. Esto sugiere que las colonias podrían sentir la necesidad de crear su propia moneda local que se adapte mejor a su entorno y a las circunstancias únicas de su situación. La necesidad de confianza podría llevar a la creación de economías totalmente independientes en estos nuevos mundos.
Bitcoin y los retos de la minería en nuevos planetas
Los desafíos asociados con la minería de Bitcoin en otros planetas son significativos, con la necesidad de establecer una infraestructura energética en lugares como Marte. La distancia de la Tierra, unida a las limitaciones de recursos en un planeta nuevo, implicaría que los colonos tendrían menos oportunidades para beneficiarse de la minería. Esto indicaría que a largo plazo, el centro de minería de Bitcoin probablemente se mantendría en la Tierra, perpetuando una desventaja para las colonias interplanetarias. Las diferencias en las condiciones de energía y recursos podrían resultar en que se busquen alternativas a Bitcoin como medio de intercambio.
La paradoja de Fermi y el futuro de las civilizaciones
La paradoja de Fermi plantea interrogantes sobre la ausencia de civilizaciones avanzadas en la galaxia, a pesar de la probabilidad de su existencia. Existen múltiples teorías que pueden explicar esta paradoja, incluyendo la posibilidad de que las civilizaciones, al alcanzar cierto grado de desarrollo, tiendan a autodestruirse antes de poder colonizar otras estrellas. Otra teoría sugiere que las civilizaciones pueden estar simplemente demasiado alejadas y, por tanto, inalcanzables para el contacto humano. Estos conceptos resaltan las dificultades inherentes al establecimiento de vínculos económicos y sociales en el contexto de especies interplanetarias.
La naturaleza de la economía y su necesidad de un medio de intercambio
Cualquier forma de economía, incluso en colonias interplanetarias, necesitaría un medio de intercambio que funcione entre sus habitantes. Mientras que Bitcoin se ha establecido como un medio digital valioso en la Tierra, su relevancia puede verse perjudicada en otros planetas debido a problemas logísticos y de confianza. La dificultad para establecer un consenso en un entorno nuevo podría llevar a la creación de nuevas formas de intercambio que respondan mejor a las necesidades lokales. Esto demuestra que, aunque Bitcoin tiene cualidades valiosas, su naturaleza puede no ser suficiente en futuros contextos económicos extraterrestres.
Perspectivas sobre monedas alternativas
Afrontando el contexto incremental de nuevas civilizaciones y sus diferentes circunstancias, surgen perspectivas sobre la existencia de monedas alternativas a Bitcoin. La necesidad de adaptarse a nuevas realidades podría inspirar el desarrollo de soluciones monetarias locales e innovadoras que funcionen sin depender de Bitcoin. Cualquier intento de replicar Bitcoin en un nuevo planeta probablemente resultaría en una versión que carecería de las características únicas y beneficios que lo definen. Por lo tanto, el futuro del intercambio económico podría tomar direcciones inesperadas en el vasto escenario galáctico.
¿Tiene Bitcoin las cualidades para ser multiplanetario?
En la Tierra podemos acumularlo, transferirlo y minarlo, pero qué pasa si empezamos a hacer colonias en cuerpos celestes como la marte, titán o Próxima Centauri. ¿Seguirá siendo útil para esos colonos pioneros en la exploración espacial?
El pod de hoy va exactamente de esto. De poner sobre la mesa el baño de realidad astrofísica que recibirá bitcoin y las otras formas de pago cuando la humanidad empiece a convertirse en una sociedad multiplanetaria, y galáctica. Y todo junto al gran Emérito Quintana en un pod para mojar pan.