Quizá se equivocó Salomón Chertorivsky al asumirse espectador en la contienda. Ese quedó como su mensaje principal, cuando quiso dejar varios, demasiados. ¿Qué tienen que aprender de aquí los candidatos a la presidencia? Que difícilmente alguien va a equivocarse; que irán los tres bien ensayados, que hay que plantar solo un par de mensajes. No hay que apostar a un gran error de los otros. Esperar un momento mágico en el que se caiga Claudia Sheibaum va a ser una estrategia fallida porque desde el 2018 ella fue muy estructurada en el debate. El reto va a ser cómo construye Xóchtil Gálvez un personaje contundente y no esperar que de un gancho va a derribar a una candidata muy disciplinada.