Uno de los argumentos que me dan en cualquier discusión sobre la pandemia, es que los números de China no podemos creérnoslos porque China miente. ¿Hasta qué punto es esto cierto?
El “es que China miente” es un argumento infinito y no me gustan esos argumentos porque secuestran la discusión y la llevan al universo de lo ideológico.
Voy a intentar explicar por qué creo que este argumento es débil y lo voy a hacer desde dos ángulos: Por un lado, teoría matemática y por otro, evidencia empírica.
