La herida, tanto física como anímica, es parte de nuestra experiencia humana. No podemos ignorarla o disimularla; necesitamos
integrar esa herida. Si la ocultamos o negamos, queda estancada. La esperanza nos impulsa a presentar esa realidad a Dios para que Él la transforme.
Conviértete en un seguidor de este podcast:
https://www.spreaker.com/podcast/pausa-para-el-alma--4699359/support.