Vivimos en un consumismo voraz. Sin darnos cuenta de que la absurda idea de posesión de algún objeto o ser vivo únicamente nos está llenando de más cargas y preocupaciones. Como humanos, solemos hacer infinidad de compras sin sentido y nos apegamos a guardar, coleccionar y acumular posesiones inconscientemente para llenar nuestros vacíos. Y creo que esto solo refleja una enorme falta de amor propio, porque cuando te amas profundamente no necesitas recordatorios externos para valorarte. En este episodio te comparto el estilo de vida minimalista que elegí adoptar, cuáles son mis incongruencias, cuestionamientos y lo que he aprendido acerca de disfrutar las cosas sin la necesidad de poseerlas.