Tu vida no es un accidente: Dios tiene un plan único para ti. Un plan que descubrirás en su Palabra, en la guía del Espíritu Santo, en quienes te aman y en las circunstancias que te rodean. No estás solo ni sin dirección. Hay propósito, hay llamados, hay dones. Solo necesitas buscar, escuchar… y obedecer.