El segundo informe de Andrés Manuel López Obrador, poco ambicioso políticamente y hasta modesto, fue la reafirmación de su estrategia tanto sanitaria como económica. El carácter la 4T es la austeridad y la confrontación con la corrupción. Sorprende que considere que su proyecto de cambio ha concluido, que
se haya excedido hablando del pasado sin una épica sobre el futuro. Quizá, en un plano realista, haya asumido que la pandemia y la crisis le quitaron la posibilidad de vender prosperidad.