Más de 400.000 hectáreas han quedado calcinadas por los incendios este verano, pero casi ninguna en Tenerife. Hace dos años la isla sufrió su peor fuego en cuatro décadas, aunque desde entonces no se ha declarado ninguno grave. Coincide con el inicio de la Operación Prometeo: patrullas de militares que recorren la isla a pie, en todoterrenos y, si es necesario, en helicópteros capaces de volar de noche. No están para apagar los fuegos, sino para prevenirlos: evitar negligencias y detectar o ahuyentar a los pirómanos.
CRÉDITOS