Esta semana arranca la recta final del juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. En el centro, una pregunta: ¿hubo filtración del correo de Alberto González Amador? Varios periodistas han declarado que accedieron al correo en el que la pareja de Ayuso reconocía sus delitos, y lo hicieron antes de que llegara al fiscal. Pero no han desvelado quién se lo envió, acogiéndose al secreto profesional. Esto abre un debate: el derecho de los periodistas a no desvelar su fuente frente a la investigación sobre la información confidencial. ¿Pueden obligarles a desvelar su fuente?
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