Epicteto enseña que la serenidad nace cuando dejamos deexigir que la realidad se ajuste a nuestros deseos y aprendemos, en cambio, a querer lo que sucede. En el Enquiridión (cap. 8) afirma que no debemos buscar que las cosas ocurran como queremos, sino querer que ocurran como ocurren. No es resignación, sino libertad interior: alinear la voluntad con el orden de la naturaleza. Marco Aurelio vivió este principio en medio de guerras y pérdidas, recordando que nada nos sucede que no nos pertenezca. El estoico actúa cuando puede mejorar algo con virtud y acepta cuando lo inevitable ya está en marcha. Querer lo que ocurre transforma la resistencia en armonía, las pérdidas en aprendizaje y cada instante en camino. Es un entrenamiento para usar las olas en lugar de luchar contra ellas. Practicarlo es comenzar a vivir en paz con la vida tal como es.